La aceptación es un acto muy necesario y valiente en la vida en general y también en el proceso oncológico. Implica reconocer y abrazar nuestras emociones, sin juzgarlas ni rechazarlas. El diagnóstico de cáncer genera una mezcla compleja de sentimientos, desde el miedo hasta la esperanza, aprender a aceptar cada uno de ellos es clave para iniciar este camino con más serenidad y resiliencia.
Aceptación vs. Resignación
Es importante diferenciar la aceptación de la resignación. Aceptar no significa rendirse ante la enfermedad, sino reconocer la realidad tal como es y encontrar maneras saludables de afrontarla. Esto permite a los pacientes y sus familias tomar decisiones más informadas y vivir el proceso con mayor claridad y paz interior.
La resignación invita a no hacer nada y nos hace víctimas. En cambio la aceptación nos anima a conocernos, a cambiar y a movernos, actuar, por aumentar nuestro bienestar.
La atención plena, o mindfulness, es una herramienta poderosa en la aceptación. Permite anclar la mente en el presente, evitando reacciones impulsivas o excesivas a las emociones difíciles. Al centrarse en el momento presente, los pacientes pueden comprometerse con sus emociones de manera constructiva, permitiendo que las experimenten sin ser arrastrados por ellas.
Técnicas para Trabajar la Aceptación
- Mindfulness (Atención Plena):
- Practicar mindfulness permite estar presentes en el aquí y ahora, observando nuestras emociones sin juzgarlas ni intentar cambiarlas. Esto ayuda a aceptar lo que están sintiendo, reduciendo la ansiedad y el estrés.
- Diario de Emociones:
- Escribir un diario en el que se expresen libremente las emociones del día puede ayudar a identificarlas y aceptarlas. El acto de escribir permite procesar los sentimientos y verlos desde una perspectiva más objetiva.
- Técnica de la Respiración Consciente:
- Concentrarse en la respiración durante unos minutos al día ayuda a calmar la mente y a crear un espacio para aceptar las emociones que surgen sin dejarse abrumar por ellas.
- Práctica de la Autocompasión:
- La autocompasión es clave en la aceptación. Practicarla implica tratarse con amabilidad y compasión. Es el antídoto perfecto para evitar el juicio y crítica interior. Háblate cómo le hablarías a un amigo o a un ser querido, implica tratarnos a nosotros mismos, de la misma manera que trataríamos a los demás. Ayuda a mejorar nuestra capacidad de ajuste y nuestros niveles de autoestima y resiliencia.
- Visualización Guiada:
- Utilizar la visualización para imaginar cómo sería aceptar las emociones difíciles como una parte natural de la experiencia humana. Visualizarse a sí mismo navegando por estas emociones con calma y claridad puede reforzar la capacidad de aceptación.
En el Acompañamiento Oncológico, la aceptación es una herramienta fundamental para manejar o gestionar el proceso con claridad. No es un signo de debilidad, sino de fortaleza y sabiduría. En Brulemoción, estamos aquí para acompañarte en este viaje de aceptación y apoyo emocional.
Si deseas más información o apoyo para aprender a practicar la aceptación durante el proceso oncológico, estamos aquí para ayudarte.
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