Calma y Resiliencia en el Acompañamiento Oncológico.
Últimamente veo muchos artículos sobre el nervio vago y su papel en el bienestar, por eso he decidido profundizar un poco más en este tema.
Conocemos el shock que conlleva el diagnóstico de cáncer, el estrés y las emociones difíciles que pueden surgir. La buena noticia es que la conexión entre mente y cuerpo también nos ofrece una herramienta poderosa de transformación: el nervio vago.
El nervio vago es el nervio craneal más largo del cuerpo; conecta el cerebro con los órganos principales (hay uno en cada lado del cuerpo, comienza en la base del cerebro y pasa por el cuello, pecho y estómago). Este nervio tiene una capacidad única para activar nuestra calma interna y devolvernos la serenidad.
El Nervio Vago: Un Aliado en la Calma y el Bienestar
El nervio vago funciona como una “autopista de comunicación” entre el cerebro y el cuerpo. Al estimularlo, activamos el sistema nervioso parasimpático, también conocido como el sistema de “descanso”, que nos permite relajarnos, gestionar mejor el estrés y reducir la ansiedad. En el cáncer, donde las emociones intensas son constantes, aprender a activar el nervio vago se convierte en una herramienta poderosa para transitar cada etapa desde un estado de calma y equilibrio.
La Respuesta al Estrés: Del Estado de Alerta a la Calma
Cuando nos enfrentamos a una situación de amenaza y estrés, como es un diagnóstico de cáncer, nuestro sistema nervioso entra en “modo supervivencia”, activando la respuesta de “lucha o huida”. Esta respuesta es natural, pero si se mantiene a largo plazo puede generar agotamiento, ansiedad y desgaste físico. Aquí es donde el nervio vago cobra importancia: al activarlo conscientemente, ayudamos al cuerpo a regresar a un estado de calma, permitiéndole salir de esa tensión continua.
Para los pacientes y sus acompañantes, esta calma es fundamental. Les permite vivir el proceso oncológico con una mente más clara, mayor serenidad y un mejor manejo de las emociones. La activación del nervio vago se convierte así en una herramienta de autogestión emocional que beneficia tanto a quienes viven la enfermedad como a quienes les rodean.
Técnicas de Estimulación del Nervio Vago para Mejorar el Bienestar
Os compartimos algunas técnicas sencillas para activar el nervio vago, recuperar la calma y favorecer un estado de bienestar integral. Estas prácticas son accesibles y pueden realizarse en cualquier lugar, recibiendo un alivio inmediato y un soporte emocional constante.
- Respiración Profunda y Diafragmática
La respiración profunda es una de las maneras más efectivas de activar el nervio vago. Practica inhalaciones profundas y pausadas, permitiendo que el aire llene el abdomen. Esta técnica reduce la frecuencia cardíaca, promueve la relajación y permite centrarse en el momento presente. Realizar este ejercicio unos minutos cada día puede ser un recurso de calma inmediata en momentos de ansiedad. - Meditación y Atención Plena (Mindfulness)
La meditación y el mindfulness son prácticas esenciales para calmar la mente y el cuerpo. Dedicar unos minutos al día a estas prácticas ayuda a reducir la actividad del sistema nervioso simpático y permite que el cuerpo descanse. La plena atención nos ayuda a conectar con el presente y, en el cáncer, nos permite afrontar cada momento con una mente serena y una presencia compasiva. - Visualización Guiada
La visualización es una técnica que nos invita a conectar con un espacio seguro y tranquilo. Cierra los ojos e imagina un lugar en el que te sientas en paz. Visualiza cómo una luz cálida y serena recorre tu cuerpo con cada inhalación, llenándote de calma y permitiendo que cada exhalación libere cualquier tensión acumulada. Este ejercicio es ideal para relajarse antes de una sesión de acompañamiento o una visita al médico. - Masajes y Estiramientos Suaves
El automasaje en zonas como el cuello, los hombros o los pies ayuda a reducir la tensión física ya activar el nervio vago. Los estiramientos suaves, realizados conscientemente, también relajan los músculos y brindan una sensación de alivio. Esta práctica es útil para prepararse mental y básicamente antes de momentos emocionalmente intensos. (Junto con la digitopuntura y el reiki, esta fue una de las técnicas que utilicé con mi sobrino) - Practicar Gratitud y la observación
La ciencia demuestra que la gratitud nos hace mejores y más fuertes, también activa el nervio vago, ayudando a reducir el estrés. El hipotálamo, en la base cerebral, se activa cuando sentimos agradecimiento o al realizar actos con una intención altruista . Tómate un momento cada día para recordar tres cosas por las que estás agradecido, o para observar la belleza en algo que te rodea. Estos sencillos actos transforman nuestra percepción del presente y contribuyen a crear un ambiente interno de serenidad.
La Importancia del Autocuidado y la Constancia
En el proceso oncológico el autocuidado debe ser una prioridad tanto para los pacientes como para los acompañantes y coaches. Practicar la estimulación del nervio vago con regularidad puede ser una herramienta potente para mantener el equilibrio emocional y físico.
Cuando cuidamos de nosotros mismos, estamos mejor preparados para ofrecer un acompañamiento auténtico y sincero a quienes viven el cáncer.
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