Cuando una enfermedad aparece en nuestra vida, no solo afecta al cuerpo: también toca el alma y la identidad. En medio del dolor, surge una pregunta esencial: ¿qué sentido tiene todo esto? Viktor Frankl, psiquiatra y creador de la logoterapia, nos enseñó que más allá del placer o del poder, lo que realmente buscamos los seres humanos es significado.
En el acompañamiento oncológico, esta mirada es una brújula poderosa que ayuda a transformar la vivencia de la enfermedad en un camino de conexión, fortaleza y esperanza.
El legado de Viktor Frankl
- Frankl sobrevivió a los campos de concentración nazis y descubrió que quienes encontraban un propósito claro tenían mayor resistencia emocional.
- Definió la Tríada Trágica (sufrimiento, culpa y muerte) como parte inevitable de la existencia, pero no como condena, sino como oportunidad de elección interior.
- Según su visión, no siempre podemos cambiar lo que ocurre, pero sí podemos elegir la actitud con la que respondemos. Esa es la libertad más profunda que tenemos.
La investigación actual: lo que muestran los estudios
La ciencia contemporánea confirma la intuición de Frankl: quienes logran encontrar significado en la enfermedad experimentan mayor bienestar emocional y crecimiento personal.
- Un estudio en PLOS Mental Health muestra que la “creación de sentido” se relaciona con más emociones positivas y mejor ajuste psicológico.
- La investigación sobre narrativas en enfermedades crónicas revela que contar y reescribir la propia historia ayuda a reconstruir identidad tras la “disrupción biográfica” que genera un diagnóstico.
Acompañar la búsqueda de sentido en oncología
Como familiares o acompañantes/coaches profesionales, podemos ayudar a sostener esta búsqueda a través de:
- Escucha profunda: dar espacio a que la persona narre lo que vive, sin juicios.
- Exploración de valores: preguntar qué sigue siendo importante, qué da sentido incluso en medio de la enfermedad.
- Actitudes conscientes: reforzar que siempre se puede elegir cómo responder, aun en circunstancias difíciles.
- Rituales y símbolos: pequeñas acciones con valor personal que reafirmen esperanza y conexión.
- Escritura y expresión: animar a plasmar pensamientos y emociones en un diario o en ejercicios guiados de reflexión.
Dos ejercicios prácticos
1. Carta al Futuro cargada de sentido
Imagina que escribes una carta a tu “yo” dentro de x semanas o años.
- ¿Qué te agradecerás haber hecho en este proceso?
- ¿Qué valores descubriste?
- ¿Qué pequeños momentos te sostuvieron?
Guárdala y recurre a ella en momentos de dificultad.
2. Diario de valores cotidianos
Durante 7 días, anota cada día un instante en el que sentiste sentido (una llamada, una sonrisa, un gesto de cuidado). Identifica el valor que estaba presente (amor, gratitud, conexión). Al final, revisa cuáles se repiten y reflexiona: ¿cómo puedo vivir más en coherencia con esos valores?
El sentido no elimina el dolor, pero le da una dirección nueva. Incluso en la enfermedad, podemos construir un significado que nos sostenga, nos acerque a lo que realmente importa y nos permita vivir con mayor coherencia, resiliencia y plenitud.
Te acompañamos
En Brulemoción, la Formación ofrece herramientas, recursos y técnicas para acompañar desde esta mirada: transformar la culpa en cuidado, el miedo en presencia, el dolor en sentido.
“Cuando ya no puedes cambiar lo que ocurre, puedes elegir cómo responder. Ese es el acto más libre de todos.
”En Brulemoción formamos a profesionales y acompañamos a pacientes y familias para transformar la ira en cuidado y el dolor en conciencia y apoyo.
Infórmate sobre formaciones y sesiones de acompañamiento.

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