Hemos hablado mucho de la autoestima en los adultos y ahora queremos hablar sobre cómo ayudar cuando los niños viven la falta de autoestima.
Cuando un niño vive una enfermedad grave como el cáncer, no solo su cuerpo experimenta cambios, sino también su mundo emocional. Las secuelas físicas, sociales y mentales que deja el tratamiento pueden afectar directamente su autoestima, ese pilar que les ayuda a sentirse valiosos, seguros y capaces.
La caída del cabello, las cicatrices visibles, la pérdida de energía o los cambios en su rutina pueden hacer que el niño se sienta diferente, vulnerable e inseguro. En estos momentos, nuestra misión como padres, cuidadores o acompañantes es ayudarles a reconstruir su autoestima desde el amor, la comprensión y la aceptación.
¿Cómo afecta el cáncer a la autoestima infantil?
El impacto de una enfermedad como el cáncer en la autoestima infantil y adolescente puede reflejarse en diferentes aspectos:
- Cambios físicos: La pérdida de cabello, cicatrices quirúrgicas o el uso de dispositivos médicos pueden hacer que el niño se sienta diferente o inseguro.
- Aislamiento social: Las largas hospitalizaciones o la imposibilidad de asistir a la escuela pueden generar sentimientos de soledad o desconexión.
- Dificultades emocionales: Miedo, frustración o la sensación de «ser diferente» pueden debilitar su confianza en sí mismos.
- Comentarios o miradas externas: Esto puede aumentar su sensación de vulnerabilidad y hacer que se sientan poco aceptados.
Todo esto puede hacer que el niño pierda confianza en su valor y capacidad, afectando su percepción de sí mismo y su relación con los demás.
Claves para reconstruir la autoestima en niños con cáncer
Acompañar a un niño en este proceso no significa evitar el dolor, sino ayudarle a aceptar su realidad y encontrar su fortaleza interior. Aquí tienes algunas estrategias prácticas para trabajar su autoestima:
1. Aceptación de los cambios físicos y emocionales
Enséñales que su valor no depende de su apariencia física, sino de quiénes son como personas. Recuérdales que cada cicatriz es un símbolo de valentía y superación.
Frases útiles:
- “Tu cicatriz es una señal de lo fuerte que eres.”
- “Tu cabello no define lo maravilloso/a que eres.”
2. Escuchar sus emociones sin juicio
Valida sus emociones, incluso las más difíciles, como la tristeza, el miedo o el enfado. Esto les ayuda a sentirse comprendidos y seguros.
Cómo hacerlo:
- Utiliza cuentos o historias para facilitar la conversación.
- Ofrece espacios creativos como dibujo o juego para que puedan expresarse.
- Responde con empatía: “Entiendo que te sientas así, es normal.”
3. Refuerza lo positivo y los logros pequeños
Celebra cada esfuerzo o logro, por pequeño que sea. Esto les ayuda a ver su progreso y a sentirse capaces.
Ejemplo práctico:
- Lleva un diario de logros con frases como: “Hoy he tomado mi medicina sin protestar” o “He jugado con mi hermano y nos hemos reído mucho.”
4. Ejercicio: El Cofre de la Fortaleza
Este ejercicio ayuda al niño a reconectar con su valor y su capacidad de superación:
- Prepara un cofre simbólico: Usa una caja decorada o deja que el niño la decore a su gusto.
- Llénalo de recuerdos positivos: Escribe o dibuja junto al niño cosas que le hacen especial, como cualidades, momentos felices o logros alcanzados.
- Añade mensajes de apoyo: Pide a familiares o amigos que escriban mensajes positivos para el niño y guárdalos en el cofre.
- Recuérdalo en momentos difíciles: Cada vez que se sienta triste o inseguro, anímale a abrir el cofre y recordar lo valioso que es.
5. Dinámica: La Capa de la Fortaleza y protección
Este ejercicio lúdico refuerza su confianza y le permite reconectar con su capacidad de superar desafíos:
- Crea una capa especial: Usa una manta o tela y decórala con dibujos, palabras positivas o símbolos que representen fuerza.
- Un momento especial: Cada vez que el niño logre algo que le haga sentir orgulloso (como soportar un tratamiento difícil o afrontar un miedo), colócale la capa y felicítale por su valentía.
- Establece un ritual: Puedes decirle algo como: «Con esta capa, llevas contigo toda la fuerza que ya tienes dentro.»
6. El juego como herramienta para fortalecer la autoestima
El juego permite que el niño recupere la sensación de normalidad y refuerce su autoconfianza.
Propuestas lúdicas:
- Juegos de roles donde sean héroes o protagonistas.
- Actividades creativas como pintar o construir objetos que representen su fuerza.
El papel de la familia y el entorno
La familia es el principal espejo del niño. Lo que ve y escucha en casa influye directamente en cómo se percibe.
Claves importantes:
- Comunica de forma positiva: Habla con naturalidad sobre lo que está pasando y pon en valor su fortaleza.
- Permite que tome pequeñas decisiones: Elegir su ropa o un juego les hace sentir que tienen cierto control.
- Mantén rutinas familiares: Les aporta estabilidad y seguridad en momentos de incertidumbre.
Conclusión: Reconstruyendo con amor
La autoestima en niños con cáncer se construye desde el amor, la aceptación y el reconocimiento de sus fortalezas. Ayudarles a descubrir que siguen siendo valiosos y fuertes, más allá de los cambios y desafíos, es uno de los mayores regalos que podemos ofrecerles.
En Brulemoción, te ayudamos a aprender cómo acompañar emocionalmente a los niños y sus familias en estos momentos difíciles. Escríbenos y da el primer paso hacia una transformación emocional que inspire esperanza y fortaleza.
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Recuerda: Ayudar a un niño a amarse a sí mismo en medio de los cambios es un acto de amor que trasciende cualquier barrera.
Nota importante
Este artículo tiene fines informativos y no sustituye el asesoramiento o tratamiento proporcionado por un profesional de la salud. Si tienes inquietudes sobre el bienestar físico o emocional de un niño, consulta con un médico, psicólogo o especialista en psicooncología.