Muchas personas que viven con cáncer o lo han superado se sienten culpables.
Es un sentimiento de culpa y arrepentimiento que suele ser difícil de aceptar y expresar. La culpa puede llevarte a pensar «Qué he hecho mal, y si tan sólo hubiera, …» en un intento por descubrir qué podrían haber hecho de manera diferente para evitar el cáncer en ellos o en su hijo/a o familiar. Y también, y es muy dura, la culpa del sobreviviente del que hablaremos en otro artículo.
He conocido muchas ¡culpas! tanto en mi como en otras personas, durante mucho tiempo. Yo me sentía culpable por no poder hacer más evitar el dolor que sentía mi hermana como mamá de un hijo con cáncer; por no poder hacer más por el sufrimiento de mi sobrino, su hijo; por estar tan poco tiempo con mi hijo de 10 años al estar con mi hermana y mi sobrino; por …..
Podemos sentirnos culpables en distintos momentos por diferentes motivos. Por ejemplo, puedes sentirte culpable porque:
- Piensas que no estás haciendo lo suficiente.
- Tú, o tu hija/o has sobrevivido mientras que las personas que otras no lo han hecho.
- Por el impacto que la enfermedad tiene en la familia y seres queridos.
- Por decisiones Pasadas preguntándose si podrían haber hecho algo diferente en términos de estilo de vida, alimentación o atención médica.
- Por crear una dependencia y limitaciones, por depender de otros durante el tratamiento.
- Motivos financieros.
- Familiares y amigos pueden sentirla por estar sanos mientras que quien les importa está enfermo y sufre.
- No pueden ayudar más
- No pueden conseguir que la persona con cáncer esté mejor física o emocionalmente.
- Se sienten estresados o tristes ellos mismos
Pero ¿Qué se puede hacer?
Te comparto algunas formas para trabajar en ti, sola o con la ayuda de un profesional del acompañamiento o coaching oncológico la culpa en el proceso de cáncer:
- Reconocer el sentimiento. Esto incluye identificar los desencadenantes específicos del sentimiento de culpa y cuándo la culpa tiende a empeorar. Comprender tanto el sentimiento como la causa es importante para desarrollar un plan para afrontarlo, hablarlo
- Perdónate a ti mismo/a. la culpa es cruel y «nos hace sufrir en el presente por cosas que ya no podemos cambiar del pasado». Trátate con amor y practica el autocuidado (amarte) y el bienestar.
- Practica la Autoaceptación. Reconocer que la culpa es un sentimiento humano común y parte del proceso, sin juzgarse a uno mismo.
- Fomentar la Autocompasión: Practicar tener una relación compasiva con uno mismo, reconociendo que estás haciendo lo mejor posible dadas las circunstancias.
- Si eres familiar y/ o cuidador recuerda que no puedes hacerlo todo ni darlo todo, que tu autocuidado es muy importante y que hay muchas cosas que no están bajo tu control. Vive y ve lo bueno de cada momento que vives junta a el/ella, vive el presente y ámate.
- Sé consciente de tus necesidades
- Identifica lo que puedes controlar y aparta lo que no centrándote en la gestión del presente.
- Practica la respiración y relajación consciente. Hay muchas técnicas que te serán de gran ayuda.
- Practica el trabajo interior y la autoestima. No se puede cambiar el hecho de que tú o un ser querido tiene cáncer, pero sí tienes la capacidad de decidir cómo afrontar esta situación, y estas decisiones pueden influir en los resultados de la enfermedad, así como en la experiencia de vida.
- Exprésate, Cuenta como te sientes, busca comunidades o grupos de personas que lo han vivido. Pide ayuda a personas o profesionales en las que puedas confiar para obtener apoyo.
¿Cómo podemos ayudar?
Puedes ofrecer un espacio para escuchar y permitir que se sientan escuchados. La mayoría de nosotros no queremos que las personas a las que queremos sufran, pero esto puede llevarnos a intentar dar soluciones, hablar sin respetar que cada uno somos diferentes y nuestro proceso es diferente y que las personas en realidad sólo quieren ser escuchadas y comprendidas, sentir que no están solas.
Practica la «Escucha Activa Real», escuchar es un arte al que no solemos estar acostumbrados, tanto a dar como a recibir. Incluye los respetuosos silencios para que la otra persona pueda expresarse y nuestra postura corporal y mental, por ejemplo.
Ayúdale en los pasos descritos más arriba y trabaja también en ti.
Recuerda: puedes recurrir a nuestra Comunidad Brulemoción de profesionales del Acompañamiento para que te acompañen durante todo el proceso.
¡Estamos aquí para apoyarte en cada paso del camino!