Dentro de nosotros está la receta y lo necesario para aumentar nuestro bienestar: las hormonas llamadas de la felicidad. Pero, ¿Qué hacen y cuáles son? son compuestos químicos naturales de nuestro cuerpo que actúan como mensajeros que influyen en nuestras emociones desencadenando el sentimiento de felicidad y bienestar.
Hay 4 hormonas que forman esta química de la felicidad:
Dopamina: Relacionada con la motivación, el placer y el sistema de recompensa, nuestro cerebro la libera cuando conseguimos algo, cuando obtenemos una recompensa, cuando alcanzamos una meta. Desempeña un papel importante en nuestros niveles de motivación y concentración. Nos impulsa a actuar.
Podemos aumentarla de forma natural con estas prácticas:
- Escuchar nuestra música favorita
- Sentir gratitud por lo bueno que tenemos, por poco que creamos que es, agradecer eleva el nivel de felicidad además de darnos una nueva perspectiva.
- Hacer ejercicio de forma regular aunque sea un paseo consciente o un ejercicio de más intensidad. El ejercicio libera endorfinas, dopamina y serotonina.
- La meditación está relacionada con el desarrollo de un cerebro más sano. La meditación equilibrar las sustancias químicas del cerebro, incluida la dopamina, fortalece las conexiones neuronales, genera calma en el cerebro, aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, disminuye las hormonas del estrés
- La alimentación. Una dieta equilibrada con proteínas, vitaminas y minerales, probióticos y grasas saludables ayuda al cuerpo a generar la dopamina que necesita.
Endorfinas: Se genera en zonas del cerebro relacionadas con el dolor, se le suele llamar la «morfina natural del cuerpo y la hormona de la felicidad«, asociada con el alivio del dolor y la sensación de bienestar, felicidad y mejor humor. Su carencia puede generar depresión, soledad o desequilibrio emocional.
La activamos realizando actividades que estimulen nuestros sentidos:
- La exposición al sol y a la naturaleza.
- El ejercicio físico adaptado a nuestra necesidad y condición física. Practicar yoga o pilates y mejor al aire libre, si puede ser.
- La risa, practicar nuestros hobbies preferidos.
- Practicar la relajación y la meditación para calmar la mente.
- Descanso
Serotonina: Se encarga del equilibrio emocional, regula las emociones, nuestro estado de ánimo, la capacidad de aprendizaje, la regulación de la temperatura, la libido y el apetito. Cuando no se genera bien podemos sentir fatiga, estar bajos de ánimo, apáticos, inclinación a la soledad, con baja autoestima, ansiedad o compulsión y falta de concentración, por ejemplo.
Estas son algunas formas para aumentarla:
- Dieta rica en triptófano, omega 3 y vitamina B
- De nuevo tenemos los grandes beneficios de la respiración, relajación y meditación.
- También el ejercicio físico, mejor si se puede al aire libre, al sol vitamina D, y adaptado a la condición física de cada uno desde caminar, bicicleta, hasta lo que se pueda.
- Descansar y también darte un masaje, por ejemplo
- Abrazar. el contacto físico como una caricia o un abrazo.
- Gratitud. Pensar sobre todo lo que nos rodea, lo que podemos disfrutar, cada momento, recordar nuestras fortalezas y habilidades, nuestras virtudes ayuda a aumentar el bienestar teniendo un gran impacto en nuestra vida.
- Practicar el pensamiento positivo y escuchar música
Oxitocina: La «hormona del amor«, que está muy activa en el momento del parto, nos ayuda a generar vínculos, nos ayuda a empatizar. Cuando nos falta tenemos menos motivación, empatía, confianza y menos vínculos sociales.
Para generarla vamos a ver que se repiten muchas actividades que coinciden con las demás hormonas ya que interactúan entre sí y con otros neurotransmisores:
- El contacto físico como los abrazos, caricias, masajes, mascotas, …
- El ejercicio físico moderado y suave, bailar, caminar, yoga, pilates o taichi, …
- El apoyo emocional, sentirse escuchados, comprendidos y respetados
- La respiración y meditación
- La música, la risa e incluso el llanto que libera tanta tensión y emociones sin expresar produce liberación, alivio y calma
- La gratitud y la ayuda o generosidad
Como podéis ver, estas hormonas interactúan entre sí, con una buena gestión emocional y con un estilo de vida saludable.
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