La Navidad y el cáncer no siempre conviven con facilidad.
Estas fechas, que para muchas personas son sinónimo de celebración, pueden remover emociones profundas cuando el cáncer ha formado —o forma— parte de la vida.
Si este año la Navidad, el Año Nuevo o los Reyes no se sienten como antes, está bien. No hay nada malo. Y no necesitas forzarte a vivirlas de una manera que no encaja con tu momento.
Este texto no pretende decirte cómo deberían ser estas fiestas. Solo quiere acompañarte, estés donde estés emocionalmente.
Cuando las fiestas no se viven como se espera
El cáncer cambia muchas cosas. También la forma de vivir el tiempo, los encuentros y las celebraciones.
Puede que estas fechas traigan:
- cansancio
- recuerdos difíciles
- miedo
- nostalgia
- sensación de desconexión
O quizá una mezcla de todo.
A veces duele ver cómo el mundo sigue celebrando cuando dentro hay preguntas, incertidumbre o necesidad de calma.
Y eso no te hace menos agradecida ni menos fuerte. Te hace humana.
No todas las Navidades tienen que ser iguales
Una idea que puede aliviar mucho es esta: no todas las Navidades tienen que vivirse igual.
Quizá este año:
- no te apetece celebrar como antes
- prefieres algo más sencillo
- necesitas más silencio que ruido
- o menos reuniones y más descanso
Todo eso es válido. Celebrar también puede ser cuidarte, respetar tu energía y elegir lo que ahora te sostiene.
Pequeños gestos que pueden hacer estas fechas más amables
No se trata de “poner buena cara” ni de encontrar sentido a todo. A veces basta con hacer las fiestas un poco más habitables.
Algunas personas encuentran alivio en:
- Reducir expectativas
- Crear pequeños rituales propios
- Permitir momentos de emoción sin juzgarse
- Buscar espacios de pausa cuando lo necesitan
Gestos pequeños, pero honestos. Sin exigencias.
El Año Nuevo no tiene que empezar con promesas
El cambio de año, suele aparecer la idea de empezar “mejor”, “más fuerte” o “con más ganas”. Pero si el cáncer ha estado presente, quizá no necesitas grandes propósitos. Quizá necesitas algo más sencillo y más real.
Como:
- más amabilidad contigo
- más escucha interna
- más permiso para sentir
- más acompañamiento
A veces el mejor deseo para el nuevo año es no tener que hacerlo todo sola.
Y los Reyes… cuando la ilusión es distinta
La llegada de los Reyes puede remover especialmente cuando hay niñas, niños, o cuando la vida ha cambiado de forma profunda. La ilusión no siempre es alegría desbordante. A veces es algo mucho más suave.
Como:
- compartir un momento tranquilo
- regalar presencia
- ofrecer calma
- acompañar sin forzar
La ilusión también puede ser sentirse sostenida, aunque sea en silencio.
Acompañarnos también es una forma de celebrar
En Brulemoción creemos que estas fechas no tienen que ser perfectas para ser valiosas. Pueden ser humanas, sencillas y cuidadas.
Celebrar, a veces, es:
- permitirte estar como estás
- aceptar que no todo es fácil
- elegir cómo quieres vivir estos días
- rodearte —aunque sea simbólicamente— de acompañamiento
Y recordar algo importante: no estás sola en lo que sientes.
Un mensaje para estas fiestas
Si estas Navidades, este Año Nuevo o estos Reyes no se parecen a lo que esperabas, si el cáncer ha cambiado tu forma de vivirlas, queremos decirte algo sencillo:
Está bien.
Aquí seguimos, a tu lado desde el respeto, la humanidad y el cuidado.
Deseamos que estas fiestas, tal como sean,
te regalen pequeños momentos de calma,
espacios donde no tengas que explicarte,
y la sensación de estar acompañada.
Tu acompañamiento:
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